A LOS LECTORES

En este blog se intentará rememorar viejas glorias del deporte nacional y mundial, como así también grandes momentos que, en tiempos tan vertiginosos, llevan a más de un desmemoriado a interpretar el presente sin incurrir en el pasado (arma vital para comprender la actualidad y prever el futuro).

viernes, 27 de abril de 2007

Un Chueco en la Fórmula 1

Tras ganar los campeonatos de Turismo Carretera de 1940 y 1941 con Chevrolet, y de conquistar Europa en 1949, Juan Manuel Fangio fue contratado por Scudería Alfa Romeo para participar, junto a Nino Farina y Luigi Fagioli, del campeonato de Formula 1 en 1950.
El primer Gran Prix de F1, diputado en Silverstone, lo encontró a El Chueco manejando un Alfa Romeo 158. Pero ese debut oficial no sería el mejor comienzo para el argentino, ya que tuvo que abandonar por la rotura de la cañería de aceite. Finalmente Nino Farina sería el primer vencedor.
El 21 de mayo de 1950 fue un día muy especial para todo Balcarce y para Alfa Romeo: Fangio, después de hacer la pole position, se quedó con el Gran Prix de Mónaco y el record de vuelta, lo que fue su primera victoria puntable en la máxima categoría del automovilismo mundial. Además, el primer 1-2 de la historia, segundo llegó la Alfeta de Farina.
Se definía el campeonato en Monza. Fangio consiguió la pole position y el record de vuelta. Todo indicaba que el primer campeonato del mundo venga a Argentina, pero el balcarceño no pudo cruzar la bandera a cuadros por problemas con su auto y –para empeorar la situación- Farina llegó primero. Con este resultado el italiano se convierte en el primer campeón del mundo con tres puntos más que Fangio (27).
El primer año de gloria para Fangio fue 1951. Alfa Romeo continuó confiando en el argentino para pelear el título. Él respondió ganando tres Gran Prix (Suiza, Francia, España) y obteniendo el segundo lugar en dos (Gran Bretaña-Ganó Froilán González- y Alemania) de siete disputados.
El 28 de Octubre en Barcelona se definió el segundo campeonato de Fórmula 1. Tanto Fangio como las Ferrari de Alberto Ascari y José Froilán González tenían posibilidades de gritar campeón esa tarde española. Pero la habilidad del Chueco frente al volante y los problemas de neumáticos de Ascari hicieron que la corona sea para Fangio y comience un mito, quizá el más grande del automovilismo.
Ya preparado para el bicampeonato, el balcarceño, tras la retirada de Alfa Romeo de las competencias, decide correr con Maserati. El amor por los fierros casi le cuesta la vida: Manejó toda la noche desde París hasta el circuito donde pasó por uno de los peores momentos de su vida, para correr en Monza una competencia sin puntos para el campeonato del mundo. Partiendo desde el fondo de la grilla, el piloto criollo más grande de toda la historia cometió un error de cambios y no pudo evitar que su Maserati castigue contra un terraplén de tierra dando un salto mortal en el aire que le costó una internación de cuatro meses, rozando las puertas del cielo. Tiempo después, en una entrevista, Fangio dijo: “a las dos estaba en Monza, a las dos y media en la grilla de salida y a las tres en el hospital".
Muchos creyeron que el argentino no volvería a los Grandes Premios después del accidente en Italia. Maserati vuelve a confiar en él y una vez más Fangio fue héroe y, casualmente, en Monza donde logra una espectacular victoria sobre Ascari (Campeón) y Farina en la última curva y se adjudica el subcampeonato en el año que Fangio volvía de la muerte.
Después de lo demostrado en Monza, el mundo del automovilismo sabía que había vuelto Fangio. Aquel Fangio que comenzó en Alfa Romeo. Ahora, el equipo constructor afortunado era Mercedes-Benz. Un año grandioso para Fangio, ya que gana seis de los ocho Gran Prix del año. Y obtuvo su segundo título en Suiza cuando restaban todavía las carreras de Monza y Barcelona. Froilán González se quedó con el subcampeonato a más de 20 puntos debajo del campeón.
Como era obvio, Mercedes-Benz vuelve a contratar al Chueco para el campeonato de 1955, su compañero en esta oportunidad era Stirling Moss. Nuevo hito en la categoría: Fangio obtiene el tricampeonato en Monza, ciudad especial para el balcarceño.
Todo mundo fierrero (hasta incluso el mismo Fangio lo pensó) imaginaron que tras la retirada de Mercedes-Benz de la categoría, Fangio haría lo mismo. La historia fue distinta y en la vida de un ganador como el Chuelco faltaban dos títulos más: 1956 con Ferrari y 1957 con Maserati.
Cinco campeonatos y dos subcampeonatos para un astro entre los astros del deporte mundial. Juan Manuel Fangio dice adiós a la Fórmula 1 el 6 de julio de 1958.
El 17 de julio de 1995 fallece a los 84 años y sus restos descansan en su ciudad natal, Balcarce.

domingo, 22 de abril de 2007

El monarca de la AFA


¿Es una monarquía absoluta o una monarquía consentida? ¿Es verdaderamente imprescindible o el tiempo lo vistió así? Es difícil explicar cómo una persona carente de cultura general, con el español como único idioma y una serie de actos lamentables en su carrera dirigencial, logre perpetuarse en la presidencia de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), y encima sea el vicepresidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), y encargado de la Comisión de Finanzas del máximo ente del fútbol mundial.
Durante la gestión de Julio Humberto Grondona como presidente de la AFA, la Selección mayor obtuvo un título mundial (México 1986) y dos Copas América (1991 y 1993), mientras que en juveniles, los Sub 20 se adjudicaron cinco mundiales: 1979, 1995,1997, 2001 y 2005, como así también la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. En la visión de los optimistas, la gestión de Don Julio ha de ser brillante, pero si tenemos en cuenta que desde 1979, cuando Grondona asume al poder de la mano del almirante Carlos Alberto Lacoste, el fútbol nacional sufrió más de 80 muertes por violencia en las canchas, una decena de huelgas de jugadores y 30 casos de doping de futbolistas profesionales, la balanza se torna para el lado de lo irregular.
Cuando en 1957 Grondona fundaba el club Arsenal de Sarandí, seguramente no se imaginaba que 19 años después llegaría a presidir a Independiente de Avellaneda. Mucho menos, que ocuparía el trono máximo de la dirigencia del fútbol argentino, y tal vez ni soñaba con perdurar más de un cuarto de siglo allí. Lo cierto es que este señor nacido un 18 de septiembre de 1931 en Sarandí logró resistir 28 años bajo el ala de un gobierno de facto, de los radicales y de los peronistas. Y hasta logró remediar una intervención a la AFA impulsada por dirigentes encolumnados en el menemismo. En realidad, la intervención no llegó a concretarse porque el presidente de la FIFA en ese momento, Joao Havelange sostuvo: “Mi hombre en la Argentina es Grondona. El que se mete con él, se mete conmigo”.
Tiene mucho poder Don Julio, tanto que cuando el actual gobernador de Chubut, Mario Das Neves, denunció al presidente de la AFA por administración fraudulenta e infracción a la ley Penal Tributaria, las oficinas de la AFA y Torneos y Competencias fueron allanadas. Pero tal vez, al juez de instrucción que dio la orden (José Madhjoubian), se le olvidó que, como dijo el gran jefe: “A mi nadie me puede acusar de nada, ni en Corea ni en Buenos Aires. Yo, como vicepresidente de la FIFA, tengo más poder que cualquier político de la Argentina”.
En fin, es complicado descifrar la clave de la perpetuidad de Grondona en el trono de AFA, pero mientras los dirigentes sigan temerosos ante las amenazas implícitas, y él continúe con su actitud de “no imprescindible, pero sí necesario”, tendremos a Grondona para rato. Que Dios y la Patria os lo demande.

Declaraciones recolectadas de entrevistas del diario Olé y la revista El Gráfico.

miércoles, 11 de abril de 2007

La huelga y el éxodo



Tras ser electo Presidente de la República Argentina en febrero de 1946, y asumir en junio de ese mismo año, Juan Domingo Perón adoptaría como arma vital para su gobierno al deporte en todo su esplendor.
La política deportiva del general se inició en un contexto favorecido por la prosperidad económica que en esos tiempos acompañaba al país. Conocidos son los casos de los créditos otorgados a los clubes más importantes del fútbol, como es el caso de Racing Club de Avellaneda, apodado “Sportivo Cereijo” por los “favores” otorgados por el Ministro de Hacienda, Ramón Cereijo.
Sin embargo, en contraposición a la ayuda que el gobierno le daba al deporte, fue éste, encumbrado en el fútbol, quien le dio a Perón una puñalada con gusto a traición: es que los jugadores, con Adolfo Pedernera y Fernando Bello a la cabeza, decretaban en 1948 la primera huelga que un gremio (Futbolistas Argentinos Agremiados), le dictaminaba al general.
Finalizaba la fecha 25 del torneo del 1948, y Racing, con una temible delantera integrada por Salvini, Méndez, Bravo, Simes y Sued, como asi también su eterno rival, Independiente (con un veterano Vicente de la Mata entre sus filas), peleaban tramo a tramo la punta del campeonato junto a River, que asomaba como el tercero en discordia. Pero la huelga opacaría el desempeño del certamen, y, con cinco fechas por jugar, la mayoría de los profesionales haría oídos sordos a los reclamos de la AFA que pedía continuar en “homenaje a los aficionados”.
Los jugadores reclamaban por sus condiciones de contratación, sueldo mínimo y reconocimiento oficial para Futbolistas Argentinos Agremiados. Por ello, y tras diez días sin fútbol, se retomó la actividad futbolística pero sin los habituales titulares.
Sólo para el historial quedará el campeonato que se adjudicaron los suplentes de Independiente que, con 41 puntos en 30 fechas, aventajaría a River (37 puntos), Estudiantes (36) y Racing (32), a quien la AFA descontó cuatro puntos por no presentarse a jugar las dos últimas jornadas.
Cabe destacar que, tras la huelga, se decidió suprimir el descenso por esa temporada, viéndose favorecido por esta medida Gimnasia y Esgrima La Plata.
Ese mismo año se produce un hecho lamentable para el fútbol argentino: el éxodo de grandes jugadores al fútbol colombiano.
La FIFA desafilió a la División del fútbol Colombiano, conocida como Dimayor, a la que el ente máximo del fútbol mundial reconocía como “liga pirata”. Esa entidad comenzó a regir en 1948, y permitió en su seno a la Asociación Colombiana de Fútbol (Adefútbol). Los jugadores podían participar en la Liga sin el pase correspondiente de su club. Sin embargo, el jugador era privado de jugar en cualquier institución afiliada a la FIFA, de manera que sus actividades se limitaban sólo al territorio colombiano o a países vecinos, donde un equipo podía realizar giras. Esta medida se veía compensada por los grandes sueldos y primas.
Figuras de la talla de Pedernera, Di Stéfano, Pipo Rossi, Sastre, Pontoni, Julio Cozzi y Báez, entre otros, emigraron al tentador fútbol cafetero. Se estima que, hacia 1949, jugaban 109 extranjeros en Colombia, de los cuales 57 eran argentinos.
12 en Independiente Santa Fe (Bogotá)
10 en Universidad (Bogotá)
8 en Deportes Caldas (Manizales-Caldas)
7 en Millonarios (Bogotá)
5 en América (Cali-Valle)
2 en Boca Juniors (Cali-Valle)
3 en Once Deportivo (Manizales-Calda)
5 en Bucaramanga (Santander)
1 en Deportivo Medellín
1 en Deportivo Pereyra
En 1951, esa cifra se duplicaría.

En conclusión, la huelga de 1948 derivó en algo más que un torneo discretamente concluido, ya que provocó el alejamiento de grandes referentes de la época, produciendo de esta manera un desprestigio y una desvalorización del fútbol argentino, que en esa época asomaba como uno de los más atractivos por su nivel y competitividad.

lunes, 9 de abril de 2007

Un tal Agassi




El US Open 2006 no fue un torneo más en el ambiente y en la historia del tenis. El torneo predilecto de la comunidad americana significó un broche de oro para la carrera, también de oro, de uno de los más grandes tenistas que dio este deporte. Ganador de 60 títulos como singlista profesional, ocho de los cuales fueron en torneos de Grand Slam, y una medalla de oro en los Juegos Olímpicos: Andre Kirk Agassi.
Agassi nació en Las Vegas, Nevada (Estados Unidos), el 29 de abril de 1970. Su padre, Mike, fue boxeador y disputó los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952; él fue quien lo introdujo al mundo del tenis y lo entrenó desde los tres años. Hacia 1982, Andre ya practicaba con jugadores de alto nivel, como lo eran Bjorn Borg y Jimmy Connors. Estudió y se perfeccionó en la Academia de Tenis Nick Bollettieri, ubicada en Florida, y el 24 de febrero de 1986 debutó en el circuito profesional, venciendo en el torneo de “La Quinta” (Estados Unidos), a su compatriota John Austin por 6-4 y 6-2. Luego caería en segunda ronda ante el sueco, 3º del ranking, Mats Wilander (6-1 y 6-1).
Ese mismo año jugaría su primera final, ante Ramesh Krishnan en Schenectady, Nueva York, donde perdería 6-2 y 6-3. Sin embargo, lo más destacable de la temporada sería su actuación por primera vez en un Grand Slam, precisamente en el US Open, donde perdería con el británico Jeremy Bates en primera ronda.
Ya en 1987, el 23 de noviembre para ser exacto, el de Las Vegas lograría su primer título como tenista profesional, al adjudicarse el torneo de Itaparica, en Brasil, luego de vencer al argentino Martín Jaite en semis, y al local Luiz Mattar en el partido decisivo.
En 1988, tras ganar en Memphis, Charleston, Forest Hill, y llegar a semifinales de Roland Garros, Agassi lograría ubicarse por primera vez entre los Top Ten, al quedar sexto en el ranking. Luego ganaría Stuttgart Outdoor (Alemania), Stratton Mountain y Livingston (Estados Unidos), y llegaría a semifinales del US Open, donde caería en manos del número 1º en ese momento, el estadounidense Ivan Lendell. Con sólo 17 años, Andre Agassi finalizaría la temporada ubicado 3º del mundo.
En 1989, perdería nuevamente en semis del Abierto de Estados Unidos ante Ivan Lendell, pero a la semana siguiente se alzaría con el título en Orlando, tras vencer a su compatriota Brad Gilbert.
Los 90 arrancaron de la mejor manera para el estadounidense, quien ganaría San Francisco y jugaría la final del Masters Series de Indian Wells, donde Stefan Edberg lo vencería, tomándose revancha el de Las Vegas a la semana siguiente en la final del Masters de Key Biscayne, Ese mismo año, Agassi disputaría su primera final de Grand Slam, pero perdería con el ecuatoriano Andrés Gómez. Dos semanas más tarde se adjudicaría el torneo de Washington, y en Agosto, tras jugar un gran torneo, dejando en el camino a duros rivales como Boris Becker, entre otros, jugaría su segunda final consecutiva de Grand Slam, pero sucumbiría ante el que luego sería su gran rival y amigo, Pete Sampras, en la final del US Open.
La temporada 91 sería de andar regular para Agassi, quien ganó nuevamente Washington, y se adjudicó Orlando. Repitió la buena actuación del año anterior en Roland Garros, y cayó en la final con Jim Courier, luego de batallar cinco sets. Sin embargo, tras hacer cuartos en Wimbledom, decepcionaría en el Abierto estadounidense, tras caer en primera ronda con el 47º del ranking Aaron Krickstein.
Ya en 1992, Agassi se encontraba, por primera vez en cinco años, fuera de los diez mejores, al ubicarse decimocuarto. Pero tras ganar en Atlanta, ante Pete Sampras (3º), hacer semifinales en Roland Garros, y adjudicarse por primera vez en su corta carrera un Grand Slam, luego de vencer al croata Goran Ivanisevic en un partidazo de cinco sets en el pasto londinense de Wimbledom, el “Kid” volvería a meterse entre los mejores, sumando además otros dos títulos: Montreal, y la codiciada “Ensaladera de Plata”, tras vencer con el equipo estadounidense en la final de la Copa Davis a Suiza.
En el 93 ganó el título en San Francisco y Scottsdale, pero a fin de ese año sufriría una lesión en su muñeca derecha, por lo que debió ser intervenido quirúrgicamente, recuperándose al año siguiente para llevarse cinco títulos, entre los que se incluyen el US Open y los Masters de Toronto y París.
La temporada 95 sería la mejor en la carrera de Agassi, quien disputaría once finales, ganado siete (Abierto de Australia incluido), cuatro de ellas en forma consecutiva, con un récord de 73 victorias y 9 derrotas, para ubicarse como número 1 del mundo, el 10 de Abril. Ocupó ese puesto por tres semanas, hasta el 5 de noviembre.
En 1996 obtuvo la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Atlanta y ganó los Masters Series de Miami y Cincinnati. Ese mismo año conoció a la actriz Brooke Shields, de la que Agassi se enamoró profundamente, a tal punto de adaptar su estilo de vida al de ella (salidas nocturnas, partidos de golf).
En 1997, el peor año de su carrera profesional, Andre y Brooke decidieron casarse en abril, pero los conflictos no tardaron en llegar, afectando el rendimiento deportivo del tenista, quien tras separarse de Shields caería en una grave depresión que lo llevaría a finalizar el año en la posición 122º, tras estar 150º.
En 1998, Agassi demostró tener agallas y mucho amor propio, y tras recuperarse de su mala situación sentimental y subir considerablemente su nivel, logró disputar diez finales, consiguiendo cinco títulos (San José, Scottsdale, Washington, Los Angeles y Ostrava), con un registro de 68 victorias y 16 derrotas, entre la que se incluye la final del Masters Series de Key Biscayne. El estadounidense terminó el año número 4 del ranking de ATP.
La temporada 99 significó para Agassi renacer en el amor. Conoció a la tenista Steffi Graff, de la que se enamoró perdidamente. En lo deportivo, logró la increíble marca de 23 partidos ganados y 2 perdidos en Grand Slam, consiguiendo su primer título en Roland Garros, al derrotar al ucraniano Andrei Medveded. Llegó a la final de Wimbledom donde perdió con Sampras, y obtuvo su segundo título en el Abierto de Estados Unidos, tras derrotar a su compatriota Todd Martin. También ganó en Hong Kong, Washington y el Masters de París. Claro está que finalizaría el año como número 1 en el ranking de ATP, lugar que ocuparía hasta el 30 de octubre de 2000.
El nuevo milenio lo recibía de manera perfecta con el título del Abierto de Australia, luego de vencer en la final al ruso Yevgeny Kafelnikov. En Wimbledom caería en las semifinales ante el australiano Patrick Rafter, y se despediría temprano en el US Open, tras perder en segunda ronda con el francés Arnaud Clement. Agassi disputaría la final de la Copa Master en Lisboa, pero no podría vencer en la final al brasileño Gustavo Kuerten.
En 2001 ganaría nuevamente el Abierto de Australia, esta vez ante el francés Clement, y luego se adjudicaría el Masters Series de Indian Wells, venciendo a Sampras en el partido decisivo. También ganaría el Miami Ericcson Open y el torneo de Los Angeles. Pero lo más importante sería el casamiento con su novia Steffi, el 22 de octubre, y el nacimiento de su hijo, Jaden Gil (Gil en honor a su gran amigo y preparador físico Gil Reyes)
La temporada 2002 comenzaría con el título en Scottsdale, los Masters de Miami y Roma, el torneo de Los Angeles, la final del US Open, donde perdería con Sampras, y la consagración en Masters de Madrid.
En 2003, arrancaría ganado por tercera vez el Abierto australiano, sumando a la semana siguiente el torneo de San José, luego el Masters de Miami, el torneo de Houston, y tras llegar a semis en Londres (Queen’s), comenzaría Wimbledom como número uno, por tercera vez en su carrera. En la final de la Copa Masters perdería ante el suizo Roger Federer. Este año, precisamente el 3 de octubre nació su hija, Jaz Elle.
La temporada 2004 no fue demasiada productiva para la carrera de Agassi, quien ya veía la curva del ocaso en su vida como tenista. Logró ganar el Masters de Cincinnati y finalizó el año séptimo en el ranking, tras perder la final de Stockholm (Suecia), ante el local Thomas Johansson.
En 2005 ganaría el Masters Series de Canadá, y llegaría a la final del US Open, donde perdería con el suizo Roger Federer. Con 35 años, finalizaría quinto en el ranking.
La 2006 fue una temporada de pocos torneos para Andre Agassi, debido a que focalizó su mente y su físico en su torneo predilecto. Ese que se juega en Nueva York entre fines de agosto y principios de septiembre. Ese que tantas veces lo vio sonreír y que lo acunó como su hijo predilecto: nada más y nada menos que el US Open. Allí se retiró un grande, te vamos a extrañar Andre, gracias por tanta magia…

EL ABRAZO DEL ALMA

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